Narrador Invertido
Si me comiera las uñas, sería el preciso momento para
hacerlo. O fumar. Debería fumar. Miro el reloj: Faltan 5 minutos para su
llegada… si es puntual. ¿Lo sería? Como saberlo. Probablemente no. Al menos el
rubro las hace parecer prescindir de ciertas normas socialmente aceptadas. Con
las manos húmedas y el corazón acelerado decidí tomar una ducha para borrar los
efectos de la inexperiencia y parecer más casual. Abrir la puerta con el pelo
mojado y la toalla en la cintura podría ser hasta bien visto, como una
declaración informal de “ah, llegaste... no te esperaba todavía” en lugar de
“llevo enclaustrado más de 2 horas moviendo los pies al ritmo de mis
pulsaciones”. Patético. Lo sé. Lo peor de todo es que está lejos de ser mi
primera vez, aunque sí es la primera vez que pago por eso. ¿Se parecerá a las
fotografías? ¿Cuánto Photoshop habrá impregnado a mis fantasías? Probablemente
Tatiana no sea su verdadero nombre. A quien le importa. Aunque si ya iba a
cambiárselo yo habría sugerido otro. Ducha. Me lavo los dientes. Dejo el pelo
tal como queda luego de pasar someramente la toalla por encima. Pasan 15
minutos y el pelo comienza a secarse ¿Me ducho nuevamente? Creo que me voy a
resfriar. Sí, me voy a resfriar y la voy a contagiar. Probablemente se ha
contagiado cosas peores. Timbre. Llegó. Abro la puerta. “Hola”, me dice con una
voz temblorosa un tipo en toalla y el pelo húmedo. Se ve bien; muy diferente a
lo que me imaginaba. Unos 30 años, sobre el metro setenta y probablemente con
plata. Por favor que tenga buen aliento. No debí haber tomado tanto mientras
hacía hora en el auto. Vodka me dijo la Eva para que no se note en el aliento.
“Lo importante es hacerle sentir que no tienes tanta experiencia, que con él
estas aprendiendo”. No parecía difícil. Más que mal, era cierto. Entré al
departamento y luego de disculparse por estar en medio de un baño me pide que
lo espere en la sala de estar mientras termina de vestirse y me sirva una copa.
Me traicionan los nervios y no sé qué responderle, simplemente me saco el
abrigo y lo sigo. ¿Por qué me sigue? ¿Querrá entrar a la ducha conmigo? Mierda.
Quedó en un vestido negro muy sugerente, más que escotado, completamente
abierto por los lados: casi puedo vislumbrar el inicio de la curvatura de sus
pechos naciendo de sus costillas y al caminar la tela revela ligeramente un
poco más. No sólo es impresionantemente atractiva con sus ojos verdes almendrados
y labios carnosos, sino que (y contra toda predicción) se ve… elegante. El
vaivén de la seda provoca que la toalla comience a acusar mi excitación. Extrañamente
me siento a gusto, como si lo conociera de antes. Puedo ver que él también
esta… “contento”. No sé si por efecto del Vodka o simplemente la tensión
ambiental, lo abrazo. Tiene el pecho tibio y acelerado. Temo que también sienta
mis palpitaciones en su espalda. Posa sus manos sobre las mías y sigue mi
movimiento como si su cuerpo fuera una tabla Ouija. Primero nos dirigimos a la
S, luego pasamos por la E, nos detenemos en la X y antes de poder seguir
escribiendo en mi mente, termino por holgar la toalla, que cae abruptamente
sobre el piso del baño. Mi reflejo vaporoso y desnudo en el espejo me da pudor
y decido voltearme hacia ella. Es mi turno de recorrerla. Parto por la cintura
casi sin tocarla y a través de su espalda mis manos se encuentran desatando el
nudo del vestido detrás de su cuello, como si conocieran la ubicación de
antemano. La tela se desliza a la velocidad de una hoja que se ha desprendido
del árbol y se niega a tocar el suelo, dibujando la silueta de su cuerpo en el
trayecto y arrojando una fragancia hipnótica a su paso. Le beso el cuello y
percibo un sutil sonido como si explotara una diminuta burbuja de jabón de sus
labios al abrirse. Cuando llego a su oreja, un pequeño gemido me recuerda que
aún no he escuchado su voz. Retrocedo. La miro. Retrocede. Me Mira. Me dice. Le
digo
“Es mi primera vez”
1 Comments:
Bueno. Pero debes alertar cuando se cambian los personajes. Nuevo párrafo, al menos. Se entiende, pero hay que leerlo de nuevo.
By Anónimo, at 1:03 p. m.
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